En la única parte del mundo donde los perros creen que uno va a coger una piedra para tirarla es en Colombia, y más en Manatí, es más, si uno levanta el brazo y simula que la lanzó, el perro chilla y se retuerce de dolor, y huye y ladra y se devuelve, se le eriza el pelo y pela los dientes en son de ataque. Del mismo modo los políticos en Colombia, si uno amaga con críticas de hechos evidentes se encolerizan, te sacan tus viejos errores y tus propias incompetencias, terminan por creer que lo que hicieron mal es culpa de otros, por meter las narices donde deben y pueden meterlas debido a que ellos, los políticos, se inventaron  las democracias. Por ese hecho de estar en democracia, y por votar, uno tiene todo el derecho de mostrar los errores de los administradores de turno, y comenten muchos, tantos que algunos terminan presos o destituidos, pero jamás reconocen sus faltas.

Quiero decir desde ahora, que no debemos pecar de ingenuos, que no debemos creer que con esta nota y con la lluvia de denuncias contra la Alcaldesa vayan a terminar los problemas de Manatí que ésta y otras administraciones no lograron erradicar. Las denuncias y demandas jurídicas ayudarían a que saliera antes de cumplido el período para el que fue electa y ya, eso no soluciona nada en Manatí, tendríamos entonces que escoger a un buen Alcalde o buena Alcaldesa que cumpla su deber como debe ser, sin tanto enredo, uno entiende que tiene que rodearse de gente de confianza, pero por qué de tan cercanos vínculos familiares.

Lo peor que ha pasado es creer que no existe en el grupo, o entre los amigos, quien colabore con eficiencia, y claro, los familiares más brillantes han de acompañar, pero sin infringir las normas. La inteligencia, si se tiene, ha de saberse usar, la inteligencia es para saber la ruta y no puede el dinero desmedido, (“El dinero es el excremento del diablo” dice el Papa) o el miedo a que los que no son del clan familiar hagan las cosas mal lo que prime, se ha demostrado ahora que entre sus amigos y familiares muy lejanos hay gente capaz de hacer lo que familiares vienen haciendo sin exponerse a demandas y a otras cosas que ponen la estabilidad administrativa en juego.

Se ha visto que hay gente que por muy vieja que sea no aprende y repite los errores del pasado, parece que caminaran sobre los mismos pasos infortunados en los que puede más la terquedad y la ambición del dinero que la razón y la consideración a un pueblo que requiere que los recursos y la estabilidad de la primera mandataria sea efectiva. En política no sólo se necesita ser buena gente, hay que parecerlo.

Que no gaste tiempo en defenderse sino en ejecutar, que duerma tranquila para que enfrente las situaciones difíciles de este pueblo empotrado en el Sur del Atlántico. Una demanda tras otra, una denuncia tras otra, un error tras otro que luego son corregidos, que son como dijimos y que se pudo hacer como planteamos.

La oposición señores existe, ustedes los llaman envidiosos, que no hicieron lo que debían y ahora quieren que ustedes lo hagan, pues sí, así es la política.

A Kelly Paternina Sanjuan la puso el pueblo ahí no para que se deje ganar de la oposición, que hay que aceptar, sino para que en lo posible solucione los problemas del pueblo, no se puso ahí para que finalizara su mandato antes de tiempo y en una espectacular carrera nos pongan a dedo un nuevo administrador, que seguro será atacado y uno y uno más, como ya pasó, o como sucede con una sucesión infinita de triángulos, uno dentro del otro hasta hacerse un punto en ninguna parte.

Me dijeron que todas esas denuncias por sobrecostos de puertas, ventanas, por consanguinidad y otros purgantes, son tendenciosas, pero ¿Y si alguna prospera? Para afuera, así de sencillo.

La oposición en Manatí siempre buscará tumbar al Alcalde. “Tenía dos abogados sólo para responder Derechos de Petición, era tal el volumen que tocó” me dijo una vez el político manatiero Evaristo Olivero, entonces esto no es nuevo, lo que sí es nuevo es que los procesos jurídicos tengan solidez y tumben a la Alcaldesa.

Esperemos, realmente no me gustaría escribir sobre la salida de nuestra primera mandataria, pero lo haré si toca.